Una teoría que circula en internet y se ha vuelto viral asegura que una tormenta solar tendrá lugar el 23 de abril y sus consecuencias serán inimaginables.
Las redes sociales se han vuelto el espacio perfecto para comunicarse a interactuar con otras personas, pero también han servido para mantenernos informados, aunque es preciso mencionar que existen infinidad de noticias falsas. En días pasados se hizo viral una teoría que está dando de qué hablar y tiene que ver con un suceso que acontecerá el próximo 23 de abril.
Dicha teoría asegura que la tormenta solar podría llevar a la humanidad a la edad de piedra debido al aumento de actividad solar, que significará un apagón tecnológico, provocando que se apague el internet.
Aunque la NASA ha advertido en diversas ocasiones sobre los daños que podría ocasionar el Sol, no se ha pronunciado sobre la supuesta tormenta solar que tendrá lugar el próximo 23 de abril.
¿De dónde surgió esta teoría?
Como mencionamos anteriormente, la teoría surgió en redes sociales, en específico de Facebook, donde se publicaron algunos memes que lejos de causar risa, generaron pánico entre las personas que se encontraban con dicha publicación, por lo que comenzó a hacerse viral.
Por qué ocurriría dicha tormenta solar?
En caso de ser real, la teoría asegura que la tormenta solar se daría después de que el Sol cumpla un ciclo, y algunas de sus capas se desprendan, esparciendo una temperatura demasiado alta.
Cuáles serían las consecuencias?
Como mencionamos anteriormente, la tormenta solar provocaría un apagón tecnológico y los primeros en caer serían los satélites, por lo que más de la mitad de la población mundial quedaría incomunicada.
Posteriormente, los animales se verían sumamente afectados por la radiación y altas temperaturas, que a su vez ocasionaría el deshielo de los polos y generaría mareas altas. El cielo se cubriría de ceniza debido a los incendios y se generaría una noche infinita.
La humanidad padecerá cáncer de piel y el mundo entero podría quedarse sin luz eléctrica ya que los cables se derretirían por el calor. Las baterías de los equipos tecnológicos dejarían de funcionar y el internet se apagaría.
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