Si cuando llegas a tu casa y lo primero que haces es atarte el pelo con una cola bien alta para que no te moleste ni se llene de olor a la hora de cocinar, o esta sucio y lo atas mientras haces tus quehaceres, o no quieres perder esos rizos maravillosos, atar el pelo como la cola de un caballo es la primera opción que barajas para todos estos problemas, que, además de todo lo anterior, es muy fácil y rápida de hacer.
Varias famosas muy conocidas utilizan este peinado constantemente, ya que es un recurso muy fácil y rápido de realizar, que además, te saca años de encima. Entonces ¿Qué es lo malo de todo esto? Que puedes terminar calva. No calva como una bola de boliche, pero si puede afectar seriamente el crecimiento capilar en aquellas zonas que quedan mas tirantes cuando atas tu pelo, las cuales son en la frente y en las sienes.
«Cualquier peinado que produzca tracción en el cuero cabelludo, sobre todo, si se mantiene por largos periodos de tiempo y si se repite frecuentemente, puede predisponer a la persona a la alopecia traccional«, según palabras del dermatólogo Alejandro Martin Gorgojo, medico de la Clínica Dermatológica Internacional.
Este tipo de calvicie perjudica el folículo piloso, dañando la base donde nace y se asienta el pelo. Al ser un estiramiento antinatural, el cabello puede comenzar a curvarse e incluso, romperse. Otros crecen debilitados. A primera vista, se puede ver una zona de la cabeza donde falta cabello, y no solo es por culpa de la coleta alta, sino de todos aquellos peinados que tensen el cabello mas de lo normal. Las trenzas jamaicanas, el moño de una bailarina o las extensiones, cualquiera puede generarte alopecia parcial.
En estos casos no tienen influencia la genética o el estado de salud. Solo se necesita que el cabello este sobre tensado u obligado a cargar mas peso del que puede.
¿Qué hay que hacer en estos casos?
Si comienzas a notar estos síntomas, lo primero, es cambiar de peinado, busca algunos mas naturales y menos forzados, haz que el cabello se relaje. Uno de los primeros síntomas es ver cabellos finitos y cortos al rededor de tu cara. Seguramente has pensado que son pelos que están creciendo, pero lo normal es que sean cabellos rotos o débiles.
En otras ocasiones, llegas a notar que falta cabello en las zonas en las que antes si había, como si te hubieras rasurado o tuvieras entradas. Posiblemente tu peluquero de confianza te haga saber que tienes menos pelo en la zona delantera que antes.
«Cuando notas estos cambios, lo mejor que puedes hacer es consultar con un dermatólogo rápidamente, de esa manera podrá indicarte un correcto tratamiento»