Tener un rapidín es como comerte un chocolate antes de la comida, te puede dar la energía que necesitas para terminar el día o te puede servir para abrir el apetito. Si te gustan los rapidines o te gustaría incrementar su frecuencia en tu vida, te damos algunos consejos para que tus sesiones de sexo sean intensas, excitantes para ambas y que los dos terminen con un final placentero. ¿Te animas?
1. Preparate desde antes
Si eliges tener un rapidín debes estar dispuesta a lidiar con el hecho de que es una sesión de sexo rápido, que puede suceder cualquier cosa (para bien o para mal) y para adecuarte a cualquier postura en cualquier lugar. Con esto también hablo de que si planeas tener un rapidín, usa falda y lleva un condón en tu bolsa. Nunca olvides la protección.
2. Elige bien el lugar
Algunos de los lugares más habituales para un rapidín son el carro, el cine, el baño de un antro o en una fiesta o la playa. Habla desde antes con tu pareja qué tanto le laten los rapidines y qué tan dispuesto está para cumplir tu fantasía.
3. Excita a tu pareja desde antes
No esperes a estar en el baño o en el auto para excitarlo. Ve excitándolo diciéndole cosas sugerentes, como que no llevas ropa interior o que deseas que te penetre ya. También lo puedes excitar con besos o acariciando su miembro por encima de la ropa con tu mano o con tu cuerpo, en caso de que esto sea posible.
4. Aprovecha la rapidez del asunto
La adrenalina del momento, sumado a tu libido hará todo el trabajo. Aprovecha que los besos serán intensos y las caricias muy rápidas para estimularte y alcanzar el orgasmo.
5. No te desanimes si no sale como deseas
En caso de no alcanzar a venirte o que alguien los interrumpa, no te preocupes. Recuerda que lo mejor de los rapidines es que pueden ser el preludio de una noche de sexo intenso con tu pareja. Ve esta experiencia como un entremés, no como el plato principal. E intenta de nuevo. digo, no tienes nada qué perder.
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